Un equipo que quería el partido, la competición y el césped nos bailó porque en ningún momento supimos conectar escudos de falange, miradas de tigre o toques de genialidad. Así que nos fuimos calentitos a casa y con la eliminación en chino dialecto xiang. En el momento de la temporada del paso adelante, resbalón con mojón canino.
Rodrygo no aportó nada. Su juego timorato podría equipararse a poner 14 triples en la quiniela. El mejor del Madrid fue Courtois excepto en lo de colocar la barrera. Ningún jugador del Madrid tuvo su noche realmente porque ninguno corrió tanto como exigía el partido. Lo de Modric, dicho sea con todo el cariño que se le puede tener a un jugador de fútbol, clamó al cielo. Alaba fue un mal fichaje. No se fichan jugadores mayores de 28 años a no ser que vengan como secundarios de lujo. El extremo del Arsenal jugaba con él como el nieto con Pacino al final del Padrino III. Temimos por su vida. Con Amenofis III y Ramsés II, Ancelotti dio a entender que se fiaba de su amplísima experiencia para jugar en Inglaterra y el partido le reprendió severamente por ello. No tanto por los goles del Arsenal, que provinieron de sendas faltas más que fruto directo de su juego, sino por la incapacidad para mostrar solidez, seriedad y algún juego. Ayer se echó de menos a Tchouameny -aquí había una variante con Camavinga de lateral y Alaba de medio centro- para ayudar al francés y a Bellingham. Y a Valverde de centrocampista para que no jugara Rodrygo. Se sintieron ciertos aires que recordaban a aquel partido en Liverpool que acabó con la carrera de Gago pero Camavinga es muy bueno y saldrá de esta. Queda, al menos, otro partido y el entrenador italiano no es tan malo como pueda hacer creer el resultado.
Este año hay algo distinto. No será, no hay transmisión, son sólo 11 jugadores.
No es el Real Madrid.
Un equipo que quería el partido, la competición y el césped nos bailó porque en ningún momento supimos conectar escudos de falange, miradas de tigre o toques de genialidad. Así que nos fuimos calentitos a casa y con la eliminación en chino dialecto xiang. En el momento de la temporada del paso adelante, resbalón con mojón canino.
Rodrygo no aportó nada. Su juego timorato podría equipararse a poner 14 triples en la quiniela. El mejor del Madrid fue Courtois excepto en lo de colocar la barrera. Ningún jugador del Madrid tuvo su noche realmente porque ninguno corrió tanto como exigía el partido. Lo de Modric, dicho sea con todo el cariño que se le puede tener a un jugador de fútbol, clamó al cielo. Alaba fue un mal fichaje. No se fichan jugadores mayores de 28 años a no ser que vengan como secundarios de lujo. El extremo del Arsenal jugaba con él como el nieto con Pacino al final del Padrino III. Temimos por su vida. Con Amenofis III y Ramsés II, Ancelotti dio a entender que se fiaba de su amplísima experiencia para jugar en Inglaterra y el partido le reprendió severamente por ello. No tanto por los goles del Arsenal, que provinieron de sendas faltas más que fruto directo de su juego, sino por la incapacidad para mostrar solidez, seriedad y algún juego. Ayer se echó de menos a Tchouameny -aquí había una variante con Camavinga de lateral y Alaba de medio centro- para ayudar al francés y a Bellingham. Y a Valverde de centrocampista para que no jugara Rodrygo. Se sintieron ciertos aires que recordaban a aquel partido en Liverpool que acabó con la carrera de Gago pero Camavinga es muy bueno y saldrá de esta. Queda, al menos, otro partido y el entrenador italiano no es tan malo como pueda hacer creer el resultado.
Anímese Señor Hughes. Cuando terminó el partido lo vimos todos muy negro.
Esta mañana ya es otra cosa.
Que las hemos vivido peores.
Y estos “mismos once cabrones de siempre” son el Real Madrid. Aunque no lo pareciera, siguen siendo el REAL MADRID.
Muchas gracias por su crónica.